Qué hacer en caso de vértigo: guía y tratamientos efectivos
- Rocío Trujillo
- 3 jul
- 7 Min. de lectura
El vértigo es una sensación de movimiento o giro que puede afectar la calidad de vida. Es importante entender sus diferentes tipos y causas para poder abordarlo adecuadamente. Reconocer los síntomas y saber qué hacer en caso de un episodio es fundamental. Existen tratamientos médicos y naturales que pueden ser efectivos, así como recomendaciones para prevenir su aparición.

Comprendiendo el Vértigo
Es fundamental tener claridad sobre el vértigo, sus tipos y su relación con el sistema vestibular que controla el equilibrio. Esta comprensión ayuda a manejar mejor los síntomas y reconocer cuándo es necesario buscar atención médica.
Definición y tipos de vértigo
El vértigo se define como una sensación alterada de movimiento, donde la persona percibe que su entorno gira o se mueve en relación con ella. Este síntoma puede manifestarse de diversas formas, clasificándose principalmente en:
Vértigo periférico: Es el tipo más común y se origina de problemas en el oído interno o el nervio vestibular. Suele asociarse a condiciones como el Vértigo Postural Paroxístico Benigno (VPPB), la Enfermedad de Ménière y la neuritis vestibular.
Vértigo central: Surge a partir de alteraciones en el cerebro, específicamente en el tronco encefálico o el cerebelo. Puede ser consecuencia de accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple o migrañas vestibulares.
Vértigo periférico vs. central
La distinción entre vértigo periférico y central es crucial para emitir un diagnóstico adecuado. Mientras que el vértigo periférico se relaciona con el oído y su nervio, el central involucra desórdenes neurológicos. Esta diferencia, además, influye en el enfoque de tratamiento que se debe considerar.
El sistema vestibular y equilibrio
El sistema vestibular, situado en el oído interno, juega un papel vital en el mantenimiento del equilibrio. Este sistema incluye estructuras como los canales semicirculares y los otolitos, que detectan el movimiento y la posición de la cabeza. El correcto funcionamiento de estas estructuras es esencial para evitar episodios de vértigo.
Cuando hay una disfunción en el sistema vestibular, se pueden presentar síntomas como mareo, desequilibrio y, en algunos casos, náuseas. Por lo tanto, mantener la salud del sistema vestibular es fundamental para asegurar un buen equilibrio y reducir el riesgo de vértigo.
Identificación de los Síntomas
La identificación de los síntomas es fundamental para entender el vértigo y su impacto en la vida diaria. Reconocer las manifestaciones de esta condición puede facilitar el tratamiento adecuado.
Síntomas comunes de vértigo
Las personas que padecen vértigo suelen experimentar una serie de síntomas. Estos pueden incluir:
Una intensa sensación de giro o movimiento, ya sea del entorno o del propio cuerpo.
Mareo, que puede llevar a una sensación de inestabilidad.
Náuseas y, en algunos casos, vómitos.
Dificultades para enfocar la visión, a menudo descritas como borrosidad.
Zumbidos en los oídos o pérdida auditiva temporal.
Vértigo posicional paroxístico benigno
El Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB) es uno de los tipos más comunes de vértigo. Se desencadena al cambiar la posición de la cabeza. Los síntomas son breves pero intensos, y pueden incluir:
Ocurrencia de episodios repentinos de vértigo al girar la cabeza hacia un lado o al levantarse.
Sensaciones de desequilibrio tras movimientos específicos.
Diferenciando entre mareo y vértigo
Es esencial distinguir entre mareo y vértigo, ya que son condiciones distintas. El mareo se refiere generalmente a una sensación de desvanecimiento o debilidad, mientras que el vértigo implica una percepción errónea del movimiento. Algunas diferencias clave son:
El mareo no necesariamente está acompañado de la sensación de giro.
El vértigo puede estar asociado a otras manifestaciones como náuseas o problemas de visión.
Causas del Vértigo
El vértigo puede ser resultado de diversas condiciones que afectan el equilibrio y la percepción espacial. Conocer las causas es fundamental para abordar este síntoma y determinar el tratamiento adecuado.
Problemas del oído interno
Los problemas en el oído interno son una de las causas más frecuentes del vértigo. Esta área del cuerpo contiene estructuras vitales para el equilibrio, y cualquier alteración puede desencadenar estos episodios. Entre los problemas comunes se encuentran:
Alteraciones en los conductos semicirculares, que son cruciales para el sentido del movimiento.
Infecciones del oído interno, que pueden influir en la equidad y la percepción del espacio.
Enfermedad de Ménière
Esta enfermedad crónica afecta el oído interno y se caracteriza por episodios recurrentes de vértigo, pérdida auditiva y tinnitus. Se cree que está relacionada con un exceso de líquido en el oído interno, lo que altera el funcionamiento normal de las estructuras auditivas y vestibulares. Los pacientes pueden experimentar:
Epocas de vértigo intenso que pueden durar desde varios minutos hasta varias horas.
Progresiva pérdida de audición que puede ser temporal o permanente.
Neuritis vestibular
La neuritis vestibular es una inflamación del nervio vestibular, generalmente causada por una infección viral. Esta condición se presenta de forma súbita y puede travisar a otros síntomas, como náuseas y vómitos. Suele ser más pronunciada cuando se hacen movimientos de la cabeza. Las características principales incluyen:
Vértigo severo que puede durar días.
Pérdida de equilibrio y dificultad para caminar.
Vértigo central y sus causas
A diferencia del vértigo periférico, el vértigo central se origina en el cerebro. Diversas condiciones neurológicas pueden ser responsables, incluidas:
Accidentes cerebrovasculares que afectan el tronco encefálico.
Esclerosis múltiple, que puede causar alteraciones en la función vestibular.
Convulsiones, que a veces pueden presentar síntomas de vértigo como parte del episodio.
Diagnóstico del Vértigo
El diagnóstico del vértigo es un proceso esencial para determinar la causa subyacente de esta condición. A través de una evaluación médica adecuada, se puede identificar el tipo de vértigo y establecer el tratamiento más eficaz.
Evaluación médica y pruebas necesarias
Para llegar a un diagnóstico certero, el médico realizará una evaluación exhaustiva que incluirá:
Historia clínica completa: Se recogerá información sobre la naturaleza de los episodios de vértigo, incluyendo la duración, frecuencia y síntomas asociados.
Examen físico: Se evaluará la coordinación y el equilibrio del paciente mediante diversas pruebas.
Pruebas de funcionalidad vestibular
Existen distintas pruebas diseñadas para evaluar la función del sistema vestibular, que son cruciales para entender la causa del vértigo. Algunas de estas pruebas incluyen:
Prueba de Romberg: Evalúa el equilibrio del paciente al estar de pie con los pies juntos y los ojos cerrados.
Calor o agua fría en el oído: Genera una respuesta que indica el funcionamiento del sistema vestibular.
Pruebas de provocación: Semanalmente se pueden realizar maniobras específicas para provocar los síntomas de vértigo, ayudando a identificarlos.
Diagnóstico diferencial
Es importante distinguir entre el vértigo y otras condiciones que pueden presentar síntomas similares. El diagnóstico diferencial incluye:
Mareo: Sensación de inestabilidad sin la percepción de giro.
Desmayos: Estado de pérdida temporal de la conciencia que puede confundirse con el vértigo.
Trastornos neurológicos: Algunas afecciones pueden presentar síntomas similares, por lo que es vital realizar una evaluación completa.
Tratamiento del Vértigo
La gestión del vértigo se basa en la identificación de su causa. Existen diversas opciones terapéuticas, que abarcan medicamentos y enfoques naturales, así como técnicas de rehabilitación. Este enfoque integral busca aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
Tratamientos médicos
El tratamiento médico es esencial para abordar los episodios de vértigo. Dependiendo de la causa, pueden prescribirse diferentes intervenciones.
Medicamentos para el vértigo
Diversos fármacos están disponibles para mitigar los síntomas. Entre ellos se destacan:
Antihistamínicos: Medicamentos como la Meclizina ayudan a reducir la sensación de giro.
Antieméticos: La metoclopramida es efectiva para controlar náuseas relacionadas con el vértigo.
Benzodiazepinas: Se pueden recetar para relajar a quienes experimentan ansiedad intensa durante los episodios.
Maniobra de Epley
Particularmente indicada para el Vértigo Postural Paroxístico Benigno (VPPB), esta técnica consiste en realizar una serie de movimientos de cabeza. Su objetivo es reposicionar los cristales en el oído interno que causan el vértigo.
Tratamientos naturales
Las alternativas naturales también son consideradas para manejar el vértigo. Estas opciones pueden complementar los tratamientos médicos y brindar alivio a muchos pacientes.
Ginkgo Biloba: Este suplemento es conocido por mejorar la circulación sanguínea en el cerebro.
Jengibre: Consumir té de jengibre puede ayudar a mitigar los síntomas de mareo y náuseas.
Aceites Esenciales: Aromaterapia con aceites como menta puede ofrecer alivio temporal durante los episodios.
Terapia de rehabilitación vestibular
Este tipo de terapia se centra en ejercicios específicos orientados a mejorar el equilibrio y reducir la inestabilidad. Un especialista puede guiar a los pacientes en la realización de estas actividades para potenciar su bienestar y recuperación.
Estilo de Vida y Prevención
Adoptar un estilo de vida saludable puede jugar un rol fundamental en la prevención del vértigo. Incorporar hábitos que favorezcan el bienestar general puede ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de los episodios.
Importancia de la hidratación
Mantener un adecuado nivel de hidratación es esencial para el cuerpo. La deshidratación puede desencadenar varios síntomas, incluyendo mareos y vértigo. Consumir suficiente agua diariamente asegura que el sistema interno funcione correctamente.
Se recomienda beber entre 8 y 12 vasos de agua al día.
Los líquidos también ayudan en la circulación y el equilibrio.
Se sugiere limitar el consumo de bebidas con cafeína y alcohol, que pueden contribuir a la deshidratación.
Dieta baja en sal y su impacto
Una dieta baja en sal puede ser beneficiosa, especialmente para aquellos que sufren de enfermedades relacionadas con el oído interno, como la enfermedad de Ménière. Reducir la ingesta de sodio ayuda a minimizar la retención de líquidos, lo cual puede influir en la presión en el oído.
Optar por alimentos frescos y naturales en lugar de procesados, que suelen contener altos niveles de sodio.
Utilizar hierbas y especias para dar sabor sin necesidad de sal.
Controlar el consumo de productos lácteos y conservas que a menudo contienen sal añadida.
Ejercicio regular y equilibrio
Establecer una rutina de ejercicios puede contribuir significativamente al equilibrio y bienestar general. La actividad física no solo fortalece el cuerpo, sino que también favorece la salud vestibular.
Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones.
Ejercicios específicos de equilibrio pueden ayudar a mejorar la coordinación y la estabilidad.
Se recomienda practicar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana.
Cuándo Buscar Ayuda Médica
Es fundamental reconocer cuándo es necesario acudir a un especialista ante la presencia de vértigo. Identificar los signos de alarma puede marcar la diferencia en la atención y tratamiento adecuado.
Signos de alarma y atención inmediata
Existen síntomas que indican que se debe buscar atención médica sin demora. Estos síntomas incluyen:
Presencia de visión doble.
Dificultad para hablar o moverse.
Pérdida de audición en uno o ambos oídos.
Confusión severa o desorientación.
Caídas frecuentes o pérdida de equilibrio significativa.
Cuando estos signos aparecen, es vital recibir evaluación médica lo más pronto posible. Ignorar estos síntomas podría resultar en complicaciones serias que requieran tratamiento urgente.
Servicios profesionales fonoaudiológicos
Los servicios fonoaudiológicos son una excelente opción para aquellos que experimentan vértigo. Estos profesionales están capacitados para abordar problemas de equilibrio y audición. A través de una evaluación detallada, se puede determinar la mejor estrategia de tratamiento.
El apoyo fonoaudiológico puede incluir técnicas específicas para mejorar el equilibrio, así como el uso de maniobras que ayuden a aliviar los síntomas del vértigo.
Evaluación fonoaudiológica en línea
En la actualidad, la evaluación fonoaudiológica se puede realizar de manera online, lo que facilita el acceso a la atención profesional sin necesidad de desplazarse. Este tipo de consultas permiten una evaluación inicial para identificar los problemas que puedan estar causando el vértigo.
A través de herramientas digitales, los fonoaudiólogos pueden ofrecer recomendaciones personalizadas y, si es necesario, planificar un tratamiento más extensivo. Esto resulta especialmente útil para quienes tienen dificultades para asistir a consultas presenciales.
Comments