¿Qué es el vértigo y cómo tratarlo eficientemente?
- Rocío Trujillo
- 25 mar
- 10 Min. de lectura
El vértigo es un trastorno del equilibrio que provoca una sensación de movimiento sin que haya un desplazamiento real. Este síntoma puede ser confuso y está asociado a problemas en el sistema vestibular del oído interno. Existen diferentes tipos de vértigo, que se clasifican en periférico y central. Cada tipo tiene sus propias causas y características, lo que permite un diagnóstico y tratamiento más específicos.

¿Qué es el vértigo?
El vértigo es una condición que afecta la percepción del equilibrio, generando la sensación de que uno se encuentra en movimiento o que el entorno gira a su alrededor. Esta desorientación puede tener un impacto significativo en la calidad de vida del individuo.
Diferencias entre vértigo y mareo
Es fundamental distinguir entre vértigo y mareo, ya que son dos conceptos que a menudo se confunden. Mientras que el vértigo implica una ilusión de movimiento, el mareo se refiere a una sensación de inestabilidad o desvanecimiento que no está necesariamente relacionada con el movimiento.
Vértigo: Sensación de rotación o movimiento. Generalmente asociada a un problema en el sistema vestibular.
Mareo: Sensación de debilidad o desvanecimiento sin una ilusión de movimiento. Puede deberse a diversos factores, incluyendo ansiedad o deshidratación.
Tipos de vértigo
El vértigo se clasifica en dos tipos principales, cada uno con características y causas distintas. Esta clasificación es importante para el diagnóstico y el tratamiento adecuados.
Vértigo periférico
Este tipo es el más común y se origina en el oído interno o en el nervio vestibular. A menudo se presenta con síntomas adicionales, como pérdida de audición o tinnitus. Algunas de las condiciones que pueden causar vértigo periférico incluyen:
Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (BPPV): Se produce por el desplazamiento de pequeños cristales en el oído interno, causando episodios breves de vértigo.
Enfermedad de Ménière: Implica una alteración en el oído interno que causa episodios recurrentes de vértigo, junto con tinnitus y pérdida auditiva.
Neuritis vestibular: Inflamación del nervio vestibular, generalmente provocada por infecciones virales.
Vértigo central
Este tipo de vértigo se da cuando hay afectaciones en el sistema nervioso central, como el tronco encefálico o el cerebelo. Los episodios de vértigo central pueden ir acompañados de otros síntomas neurológicos. Algunas de las causas más frecuentes son:
Accidente cerebrovascular (ACV): Puede alterar el flujo sanguíneo al cerebro, provocando síntomas graves.
Esclerosis múltiple: Esta enfermedad autoinmune puede ocasionar episodios de vértigo debido a la afectación del sistema nervioso.
Migrañas vestibulares: Las migrañas pueden tener manifestaciones vestibulares que incluyen episodios de vértigo.
Causas del vértigo
Las causas del vértigo pueden ser variadas y se clasifican principalmente en dos grupos: periféricas y centrales. Las causas periféricas son las más comunes y están relacionadas con problemas en el oído interno, mientras que las centrales están asociadas a alteraciones en el sistema nervioso central.
Vértigo periférico
El vértigo periférico suele ser resultado de alteraciones en estructuras del oído interno o en el nervio vestibular que procesa la información del equilibrio. A continuación se presentan algunas de las causas más comunes de esta categoría.
Vértigo posicional paroxístico benigno
Este trastorno es uno de los más frecuentes y ocurre cuando pequeños cristales de carbonato de calcio se desplazan dentro del oído interno, generando episodios breves de vértigo. Suele desencadenarse por cambios en la posición de la cabeza, siendo una condición benigna que responde a tratamientos específicos.
Enfermedad de Ménière
La enfermedad de Ménière es un desorden del oído interno que provoca episodios recurrentes de vértigo, junto con tinnitus y pérdida auditiva. Se cree que la acumulación de líquido en el oído interno juega un papel crucial en su aparición, aunque la causa exacta sigue sin estar del todo clara.
Neuritis vestibular
Esta condición se caracteriza por la inflamación del nervio vestibular. A menudo resulta de infecciones virales, lo que causa un episodio brusco de vértigo que puede durar días. La recuperación generalmente ocurre con el tiempo, aunque algunos pacientes pueden experimentar mareos persistentes.
Vértigo central
El vértigo central es menos común que el periférico y se origina debido a problemas en el sistema nervioso central, especialmente en el tronco encefálico o el cerebelo. A continuación se presentan algunas de las causas más críticas de esta categoría.
Accidente cerebrovascular
Un accidente cerebrovascular puede afectar las áreas del cerebro que controlan el equilibrio, generando síntomas de vértigo de inicio repentino. Es una condición grave que requiere atención médica inmediata, ya que puede conllevar a complicaciones severas si no se trata a tiempo.
Esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta el sistema nervioso central. Puede causar episodios de vértigo junto con otros síntomas neurológicos, debido a la desmielinización que altera la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.
Migrañas vestibulares
Las migrañas vestibulares se caracterizan por episodios de vértigo que ocurren en relación con dolores de cabeza migrañosos. Para algunos pacientes, el vértigo puede ser el único síntoma presente. Este tipo de vértigo es tratado a menudo con cambios en el estilo de vida y medicamentos específicos para controlar la migraña.
Diagnóstico y pruebas del vértigo
El diagnóstico del vértigo es un proceso crucial que implica diferentes enfoques. Este se basa en la evaluación médica inicial y en una serie de pruebas diagnósticas específicas para identificar la causa subyacente.
Evaluación médica
La evaluación médica es el primer paso para diagnosticar el vértigo. En esta fase, se realiza una anamnesis detallada donde el profesional de la salud recopila información sobre los síntomas del paciente, la duración de los episodios y cualquier factor desencadenante que pueda relacionarse con el vértigo. Es importante considerar cualquier antecedente médico, como trastornos neurológicos o problemas de oído, que puedan influir en la condición.
El médico también indaga sobre la medicación actual, ya que algunos fármacos pueden tener efectos secundarios que afecten el equilibrio. La recolección meticulosa de estos datos permite al especialista formar una imagen clara y precisa de la situación del paciente, facilitando un diagnóstico adecuado.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas son fundamentales para confirmar la presencia y tipo de vértigo. Estas pueden incluir:
Examen físico otorrinolaringológico
En este examen, se evalúa la función de los oídos, la nariz y la garganta. El especialista examina los oídos en busca de signos de infección o anomalías y verifica los movimientos oculares y la reacción del equilibrio del paciente ante ciertas pruebas. Este examen puede proporcionar información valiosa sobre la función vestibular.
Imágenes y estudios complementarios
Dependiendo de los hallazgos del examen físico, se pueden solicitar pruebas adicionales como:
Tomografías computarizadas (TC): Estas imágenes permiten visualizar el cerebro y el oído interno. Pueden ayudar a detectar anomalías estructurales, como tumores o lesiones que afecten el equilibrio.
Resonancias magnéticas (RM): Se utilizan para obtener imágenes más detalladas de las estructuras internas del cerebro y el oído. Son esenciales para evaluar condiciones como la esclerosis múltiple o tumores que pueden estar causando síntomas de vértigo.
Estudios de potenciales auditivos: Estas pruebas evalúan la función del nervio vestibular y la respuesta auditiva. Permiten detectar problemas en la transmisión de señales que son vitales para el equilibrio.
Síntomas asociados al vértigo
Los síntomas que se presentan en casos de vértigo pueden variar en intensidad y duración. Estos pueden ser confusos y notoriamente incómodos, afectando considerablemente la calidad de vida de quienes los experimentan.
Sensación de movimiento
Una de las manifestaciones más distintivas del vértigo es la sensación intensa de que el ambiente gira o se desplaza, algo que sucede incluso cuando la persona está en reposo. Esta experiencia suele ser desorientadora y puede generar una sensación de pérdida de control.
Esa percepción errónea del movimiento puede ser episódica o persistente, dependiendo de la causa subyacente del vértigo. A menudo, los pacientes describen su experiencia como si estuvieran en un carrusel o en una montaña rusa, lo que puede ser muy alarmante.
Náuseas y vómitos
Otro síntoma frecuente son las náuseas, que pueden presentarse de forma leve o intensificarse hasta provocar vómitos. Este malestar gastrointestinal suele ser resultado de la desorientación provocada por la sensación de movimiento. También puede estar relacionado con la activación del sistema nervioso autónomo, que regula funciones involuntarias del cuerpo, como la digestión.
Los episodios de vómitos, que pueden ser recurrentes, aumentan el malestar general y pueden llevar a la deshidratación si se presentan con frecuencia. Es esencial manejar estos síntomas adecuadamente para asegurar el bienestar del paciente.
Otros síntomas
Además de la sensación de movimiento y las náuseas, el vértigo puede ir acompañado de una variedad de otros síntomas que pueden intensificar el malestar. Estos incluyen:
Dificultad para mantener el equilibrio, lo que puede llevar a caídas o accidentes.
Problemas de visión, como visión borrosa o doble, lo que puede contribuir al desasosiego.
Tinnitus, o zumbido en los oídos, que puede ser constante o intermitente.
Inestabilidad al caminar, que puede dificultar las actividades diarias.
Fatiga general, como resultado del esfuerzo para mantener el equilibrio y la concentración.
La combinación de todos estos síntomas puede ser debilitante, provocando que los pacientes eviten situaciones que podrían desencadenar sus episodios. Es fundamental que quienes experimentan estos síntomas busquen la evaluación adecuada para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento necesario.
Tratamiento del vértigo
El abordaje del vértigo se basa en la identificación de su causa subyacente. Las opciones de tratamiento pueden variar significativamente según si se trata de vértigo periférico o central. A continuación se exploran las estrategias más comunes para curar el vértigo.
Opciones de tratamiento
Manejo conservador
El manejo conservador incluye enfoques no invasivos diseñados para mejorar la calidad de vida del paciente. Estas estrategias pueden incluir cambios en el estilo de vida, ajustes dietéticos y ejercicios específicos.
Modificaciones en la dieta, evitando alimentos que puedan desencadenar episodios.
Técnicas de relajación y control del estrés, que son fundamentales para ayudar a calmar el sistema vestibular.
Ejercicios de equilibrio, que ayudan a fortalecer los músculos implicados en la estabilidad.
Medicamentos
Los medicamentos suelen ser una parte vital del tratamiento del vértigo. Estos pueden ser recetados para aliviar síntomas específicos o tratar la causa subyacente.
Antieméticos, que ayudan a controlar las náuseas y el vómito que pueden acompañar al vértigo.
Antihistamínicos, que pueden ser efectivos para tratar los episodios de vértigo agudo.
Fármacos utilizados para tratar la enfermedad de Ménière, en caso de que esta sea la causa.
Terapias
Las terapias son fundamentales para aquellos que sufren vértigo, especialmente si se trata de una condición recurrente. Estas pueden incluir:
La maniobra de Epley, que es una técnica que ayuda a reposicionar los cristales en el oído interno.
Terapias de rehabilitación vestibular, que son ejercicios diseñados para mejorar el equilibrio y aliviar los síntomas.
Fisioterapia, que se centra en la mejora de la coordinación y el equilibrio general.
Manejo de episodios agudos
Durante un episodio agudo de vértigo, se pueden implementar estrategias puntuales para la atención inmediata. La tranquilidad y una postura estable son esenciales para minimizar el impacto del episodio.
Buscar un lugar seguro para sentarse o acostarse.
Evitar movimientos bruscos que puedan intensificar la sensación de giro.
Utilizar medicamentos prescritos para el control de síntomas en situaciones críticas.
Servicios de fonoaudiología en línea
La fonoaudiología puede ofrecer importantes beneficios a quienes padecen vértigo, especialmente en la rehabilitación vestibular. Los servicios en línea han facilitado el acceso a tratamientos personalizados desde la comodidad del hogar.
Los terapeutas pueden guiar a los pacientes a través de ejercicios específicos de reposición y rehabilitación, adaptando cada sesión a las necesidades individuales. Esto proporciona un apoyo valioso para mejorar la estabilidad y afrontar mejor los episodios de vértigo.
Prevención y manejo a largo plazo
La prevención y manejo a largo plazo del vértigo es esencial para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Adoptar hábitos saludables y realizar ciertas modificaciones puede ser beneficioso para minimizar los episodios de vértigo en el futuro.
Modificaciones en la dieta
Hacer cambios en la alimentación puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los episodios de vértigo. Algunas recomendaciones incluyen:
Evitar alimentos ricos en sodio, ya que pueden aumentar la retención de líquidos en el oído interno.
Limitar la cafeína y el alcohol, que pueden desestabilizar el sistema vestibular.
Incluir alimentos ricos en potasio, como bananas y naranjas, para favorecer el equilibrio de líquidos en el organismo.
Consumir una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros para mantener una buena salud general.
Recomendaciones cotidianas
Los cambios en la rutina diaria pueden ser útiles para manejar mejor el vértigo. Algunas recomendaciones son:
Realizar movimientos suaves y evitar cambios bruscos de posición.
Mantenerse hidratado, bebendo suficiente agua para ayudar a prevenir episodios de vértigo.
Descansar lo suficiente y dormir en un ambiente tranquilo para permitir una recuperación adecuada.
Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés, que puede contribuir a la aparición de vértigo.
Ejercicios de rehabilitación vestibular
Los ejercicios de rehabilitación vestibular son fundamentales para ayudar a las personas a recuperar su equilibrio y reducir la incapacidad que causa el vértigo. Estos ejercicios pueden incluir:
Ejercicios de movimiento ocular, que pueden ayudar a mejorar la coordinación visual y el equilibrio.
Entrenamientos de equilibrio que incluyen posiciones de pie en superficies inestables o con los ojos cerrados.
Movimientos de cabeza que favorecen la adaptación y reducción de síntomas.
Terapias específicas dirigidas por un fonoaudiólogo, que pueden ayudar en la corrección de la maniobra de reposición para el vértigo.
Preguntas frecuentes sobre el vértigo
Esta sección aborda comúnmente las inquietudes que surgen en relación al vértigo, incluyendo sus causas, prevención y la importancia de un diagnóstico oportuno.
¿Por qué da vértigo?
El vértigo puede ser desencadenado por diversas razones, principalmente relacionadas con el funcionamiento del sistema vestibular. Las principales causas incluyen:
Trastornos en el oído interno, como el vértigo posicional paroxístico benigno, donde los cristales de calcio se desplazan.
Infecciones o inflamaciones del nervio vestibular, que pueden causar neuritis vestibular.
Problemas neurológicos, como un accidente cerebrovascular, que afecta el flujo sanguíneo al cerebro.
Enfermedades como la esclerosis múltiple, que afectan el sistema nervioso central.
Estas condiciones pueden generar una percepción errónea del movimiento, llevando a la persona a experimentar vértigo. Es importante identificar la causa subyacente para un tratamiento adecuado.
¿Cómo se puede prevenir el vértigo?
La prevención del vértigo se enfoca en reducir los factores de riesgo y aplicar estrategias que puedan minimizar los episodios. Algunas recomendaciones incluyen:
Mantener una buena hidratación y una dieta equilibrada, ya que ciertos alimentos y deshidratación pueden contribuir a episodios de vértigo.
Evitar movimientos bruscos de cabeza o cambios repentinos de posición, especialmente al levantarse de una posición sentada o acostada.
Identificar y manejar factores estresantes o situaciones que puedan potencialmente activar el vértigo.
Realizar ejercicios específicos de rehabilitación vestibular, que pueden ayudar a mejorar el equilibrio y disminuir la frecuencia de episodios de vértigo.
Implementar estas prácticas puede ayudar a quienes sufren de vértigo a tener un mayor control sobre sus episodios.
Importancia de un diagnóstico temprano
La detección temprana del vértigo es crucial para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. Un diagnóstico adecuado permite:
Identificar la causa del vértigo, lo que es esencial para aplicar el tratamiento correcto.
Prevenir complicaciones vinculadas a la pérdida de equilibrio, como caídas que pueden causar lesiones.
Establecer un plan de manejo individualizado que se adapte a las necesidades específicas del paciente.
Monitorear la evolución de la condición y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Por estas razones, es fundamental que cualquier persona que experimente síntomas recurrentes de vértigo busque atención médica lo antes posible. Esto facilitará un tratamiento más efectivo и oportuno.
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