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¿Cómo ayudar a un niño con trastorno del procesamiento auditivo?

Actualizado: 22 abr

El trastorno del procesamiento auditivo (TPA) es una condición en la que una persona tiene dificultad para procesar y comprender lo que escucha. Si sospechas que tu hijo puede tener TPA, es importante que lo lleves a ver a un especialista para que le realicen una evaluación y le brinden un tratamiento adecuado.

Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a tu hijo a manejar el TPA:

  1. Proporciona un ambiente de escucha adecuado: Asegúrate de que tu hijo tenga un lugar tranquilo y sin ruido para escuchar y aprender. Evita la distracción y el ruido de fondo innecesarios.

  2. Ayuda a tu hijo a prestar atención: Enséñale a tu hijo a prestar atención a lo que está escuchando y a pedir que se repita algo si no lo entiende.

  3. Utiliza técnicas de comunicación visual: Ayuda a tu hijo a comprender lo que escucha utilizando señas o imágenes.

  4. Utiliza la tecnología: Hay muchos dispositivos y aplicaciones disponibles que pueden ayudar a mejorar la comprensión auditiva de tu hijo. Consulta con un especialista en audición para obtener más información.

  5. Trabaja con un terapeuta: Un terapeuta especializado en trastornos del procesamiento auditivo puede brindar terapia de lenguaje y apoyo para mejorar la comprensión auditiva de tu hijo.

Aquí hay algunos ejercicios de habilidades auditivas que puedes realizar con tu hijo:

  1. Detección: Este ejercicio implica enseñar a tu hijo a prestar atención y detectar sonidos específicos en un ambiente ruidoso. Por ejemplo, puedes pedirle que escuche y detecte el sonido de una campana mientras está en un parque lleno de niños jugando y gritando.

  2. Discriminación: Este ejercicio implica enseñar a tu hijo a distinguir entre sonidos similares pero ligeramente diferentes. Por ejemplo, puedes pedirle que escuche y distinga entre dos palabras que se parecen mucho, como "pie" y "pío".

  3. Identificación: Este ejercicio implica enseñar a tu hijo a identificar sonidos específicos. Por ejemplo, puedes pedirle que escuche y diga qué sonido es (como un perro ladrando o una sirena).

  4. Reconocimiento: Este ejercicio implica enseñar a tu hijo a reconocer sonidos que ha escuchado antes. Por ejemplo, puedes grabar diferentes sonidos y pedirle a tu hijo que los reconozca cuando se reproduzcan de nuevo.

  5. Comprensión: Este ejercicio implica enseñar a tu hijo a comprender el significado de lo que escucha. Por ejemplo, puedes leer un cuento y pedirle a tu hijo que repita la historia de nuevo o pregúntale qué significa una palabra que acaba de escuchar.


Es importante tener en cuenta que estos ejercicios son solo un ejemplo y qué debes trabajar con un especialista como un fonoaudiólogo especialista infanto juvenil para determinar qué ejercicios son adecuados para tu hijo y cómo deben realizarse de manera efectiva.



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